jueves, 5 de agosto de 2010

Serenata en Guanajuato

Cansado de vivir entre balazos, de amanecer en una ciudad en permanente Estado de Guerra, decidí refugiarme en la bellísima ciudad de Guanajuato, aunque fuera solo por un par de días, tan sólo mientras transcurría mi cumpleaños. Aprovechando la invitación de amigos que festejaban un aniversario más de haberse graduado como profesores, me embarqué a la ciudad de las momias, a la tierra de José Alfredo Jiménez. Desde que llegué, el sábado 17 de julio (víspera de mi cumpleaños) me dediqué a disfrutar del ambiente de Guanajuato, un ambiente callejero que hace años desapareció de Torreón, mi ciudad, un ambiente protagonizado por la gente, por las personas de diferentes edades y orígenes que se dedican a disfrutar de la vida en la calle, en sus plazas, parques y jardines. Con una tranquilidad sorprendente, los guanajuatenses y los visitantes disfrutan de una ciudad fresca en un verano ardiente, con calles repletas de gente paseando y con cafés con mesas en las banquetas rebosantes de comensales que no tienen temor de recibir “una bala perdida”. Los museos, los teatros y las exposiciones de pintura y muy diversas manifestaciones artísticas hacen de Guanajuato un lugar ideal para recordar lo que se siente vivir en una ciudad, en una comunidad civilizada. El domingo, luego de visitar varios lugares turísticos, me regalé el placer de escuchar una serenata callejera. ¿Cuándo podré hacer algo similar en Torreón?

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