domingo, 17 de mayo de 2009

Cuando un amigo se va



A la memoria del entrañable amigo y compañero José Elías García Valenciano “el Chino”.

Es común que cuando uno conoce el amor, ese que llaman amor de pareja, uno lo conozca al mismo tiempo que se desconoce el amor a los demás. Suele ser un acto de inclusión en el ser amado, una especie de invención de un mundo nuevo en el que solo existen el ser amado, y yo, el ser amante. Pero por eso mismo, ese acto de amor suele ser al mismo tiempo un acto excluyente, un evento en el que los demás estorban, un acto del que los demás están excluidos.
Y sin embargo para mi no fue así. Cuando apenas era un estudiante me llegó el amor en la persona de una bella compañera de escuela, pero ese amor no llegó solo, me llegó acompañado de eso que llamábamos “el amor al pueblo”. Y Mario Benedetti me ayudó a entenderlo y a cultivarlo. Me enseñó que mis torpes e incipientes luchas por la democracia universitaria formaban parte, aunque yo lo ignoraba, de todo un movimiento más amplio, un movimiento que excedía la escuela, la universidad, la ciudad, el país. Con el entendí que las jóvenes y frágiles manos que acariciaban mi rostro eran valiosas por eso pero, sobre todo, eran valiosas porque repartían volantes en los que se denunciaban injusticias y se reclamaban solidaridades. Benedetti me explicaba con su poesía lo que para la aritmética es inexplicable: que con mi pareja en las manifestaciones, en el volanteo, en la calle codo a codo somos mucho más que dos. Me quedo, nos quedamos, con la tarea de decirle a la pareja: Te quiero en mi paraíso/ es decir que en mi país/ la gente viva feliz/ aunque no tenga permiso.
Hoy murió Mario Benedetti, compañero a través de sus libros, de tantos momentos políticoromanticoeroticolibertarioemancipadores.
¡Descanse en paz Mario Benedetti¡

TE QUIERO
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

2 comentarios:

Ana Tapadas dijo...

Amigo! Palavra MAIOR...quando partem, habitam a recordação.
Adorei o poema. Podes mandar-me alguns links sobre este teu saudoso amigo?
Sinto.
Beijinho

Ana Tapadas dijo...

Miguel:
Muito obrigada. Irei pesquisar.
BJ